En el mundo existen infinidades
de fobias, poco comunes o muy comunes, en este caso tenemos una fobia muy común
la cual la mayoría de las personas logran desarrollar, como en la mayoría de
las fobias, gracias a un trauma del pasado, o sencillamente porque la persona
que sufre de esta fobia tiene cierto tipo de reacción alérgica a la picada de
la abeja y por esa misma razón tiene esta fobia, o simplemente le temen al
dolor que ocasiona algún tipo de abeja en específico, este temor aunque no lo
parezca es muy común entre las personas.
La apifobia es a menudo un miedo
común en la infancia, y hay métodos terapéuticos para ayudar a los niños a
recuperarse de esta fobia. Estos pueden incluir métodos de desensibilización
que introduce poco a poco imágenes en los niños y, posteriormente, abejas
reales, con el fin de ayudarles a entender que no son peligrosas, y así
recuperarse. La educación en relación con las abejas puede ser útil también,
aunque por lo general se lleva a cabo cuando puede ser ejercido un cierto grado
de control sobre el miedo experimentado.
Otro motivo para el desarrollo de
este miedo se produce cuando las personas tienen una reacción alérgica a las
picaduras de estos insectos.
A pesar de que una alergia severa
(y peligrosa) no aparece hasta que una persona ha sido picada dos o más veces,
el temor a un choque anafiláctico puede llevar a algunas personas a ser tener
miedo de todas las abejas y avispas. Por desgracia, la apifobia es un temor que
puede ser inflado por la cobertura pública de abejas en noticias, películas o
diarios.En particular, las noticias sensacionalistas Plaga de Abejas Asesinas o
Las Abejas Africanas Ya Están Aquí han dado una reputación terrible e
inmerecida a las abejas.